Hoy no dejes de mirarme.

Las horas a tu lado pasan tan rápido... Anochecemos abrazados, amanecemos bajo el manto de la tenue luz de la mañana, y lentamente se dibuja en tu rostro una sonrisa, que a deshora afirmarás que no es nada más que una reacción, que a la vez no se ilumina tu mirada ni sientes tintineo en tu interior... Me enloqueces.
Desatas mi rebeldía, aflojas mis sentidos, amenas mis latidos... que estremecidos juegan entre tus brazos.
Entibias el café y mientras me sonríes, me preguntas que querré para comer y me acaricias con la mirada.
Odio querer odiarte, porque eres lo mejor que me pasa al acabar la  jornada, lo más bonito que tengo cuando despierto en otra cama, eres todo aquello que logra desordenar mi caótico mundo... odio tu forma de cerrar tus deseos, de verme como un cuerpo desnudo, al que no darás amor nunca, al que jamás besarás con los ojos ciegos de pasión...
Mientras  me hago la dormida me acaricias como nadie lo ha hecho, me abrigas y, al despertar, sigue tu firme postura de no amarme, de no mezclar tu corazón en esto y, yo me pregunto, ¿De qué tienes miedo?
Es fácil engañarte... puesto que aunque sonrío al acariciarte (cuando me pides como un niño que te acaricie de ese modo que tanto te gusta) sin que me veas, aún crees que no desatas nada en mi mirada.
No te asustes, no te quiero, pero asume que esto ha llegado mucho más lejos de una cama en la que jugamos desnudos.

-Tatiiuru.

Hoy... soy consciente de todo, y aunque no todo esté en su mejor punto, yo me siento bien.

Tú me enamoras, pero no quieres sentarte a mi lado, ni yo al tuyo.
Acostumbrada a manos que solo quieren tocar mi pelo, sin rozar mi alma, a ojos que no ven más allá de mis pupilas, acostumbrada a caer porque me sueltan... Por eso y por muchas cosas más yo quiero estar con él... ya que nadie nunca me ha mirado con tanta sinceridad, nadie me ha querido nunca tanto.. y me siento bien y amada, me siento comprendida, me siento protegida...
No te quiero, no te siento, no te extraño... pero necesito que me mires un rato mas.

-Tatiiuru.

Amo el otoño...
Me gusta el romanticismo del atardecer, los tonos anaranjados de las hojas al caer... me gusta encenderme el primer cigarrillo de la tarde, apretarlo con la misma mano temblorosa que agarra el café que habré comprado para llevar, bajo un paraguas que inquieto intenta salir volando de mis manos.
Sonreír con el pelo en la cara, y no pasar las canciones del reproductor, por no sacar las manos de los bolsillos, así no se enfrían.
Llegar a casa, y desprenderse del pañuelo húmedo. Sacarse las botas y sentarse en el jardín con la chaqueta de punto, en la mesa de madera levemente manchada de moo, mientras me sumerjo en la más sutil fantasía descrita en el libro que habré encontrado en la estantería de sueños aún por leer.
Una impertinente gota otoñal me hará despertar, haciéndome volver al mundo real, pero por un momento, habré estado rodeada de un brisa que sin ser viento, me estremece. Adoro el otoño.

-Tatiiuru.

Sentarnos en la misma cama y solamente mirarnos, es justamente lo que necesitaba.
Aspirar inconsciente el humo de tus labios... me encanta. No necesito nada más que verme en tus ojos.
No pierdo la cabeza por ti... tampoco tengo ya esas ganas de encontrarme.
Aún así... nunca seré tuya.

-Tatiiuru.

A mi me importo yo, y hoy voy a ser feliz.

Voy a ser esa gota de agua que cae entera al suelo, y se solidifica ante el invierno. Voy a ser esa roca dura, que antes de hundirse, rebota en el agua intentando salir a flote, llegando hasta el otro lado del río. 

Mis botas sucias están cansadas de perseguir melodías, por eso hoy las dejo a un lado y camino despacio, pero observando por donde avanzo. Y si las cosas se ponen duras, yo me endurezco y ando. 

-Tatiiuru.

Voy a perder la cabeza contigo a mi lado. No me preocupa, me gusta.
Voy a hacerte volar. Le haré sonreír a tu mirada. Vas a perderte en mi pelo sin querer salir de ahí. Sé que voy a conseguirlo, me lo han dicho tus manos al tocarme. Ya estás perdido.

-Tatiiuru.

Me da igual que no nos amemos, pero ahora que nos hemos encontrado, no dejes de abrazarme.

-Tatiiuru.

Pensamientos efímeros.

Tengo que despertar.
Sólo yo sé lo que he callado, y lo que necesito desprenderme de todo esto.
Sabía como era y no quise aceptarlo, cuando se pone en boca de otra persona las cosas cambian (sobre todo si esa persona te importa tanto como la vida misma).
La realidad me ha atrapado y es más dura de lo que esperaba... sólo así me he dado cuenta de que no confío en nadie. Hay cosas realmente importantes, aquellas que realmente me consumen... esas de las que ahora mismo, soy yo la única consciente.
Las cosas parecen que van bien, pero hay un punto en el que te preguntas como es posible que todavía vayan....
Un día más, ya es un día menos.

-Tatiiuru.

365 Días. Día 5.

Hoy me quiero un poco menos. 

Me sorprendo al precisar aquello que ignoraba que formara parte de mis necesidades.

Tengo cosas que decir, pero no tengo oídos que quieran escucharlas, ¿O quizás no quiero que nadie lo escuche?, el caso es que hoy mi mejor aliada parece ser la soledad, no está mal... La soledad es muda, aunque no calla en los ojos de los que observan (aún así, los ojos juzgan, se equivocan...)

Hoy es uno de esos días que no me entiendo ni a mi misma, que no sé lo que digo... que la necesidad de la que creí que carecía, me atrapa, me confunde... me ahoga y me hunde.

-Tatiiuru.

365 Días. Día 4.

Tienes que saber, Amigo, que estés donde quiera que estés, te quiero.

Hoy quisiera abrazarte más fuerte de lo que jamás lo he hecho, hoy quiero escuchar tu risa.. hoy quiero que estés aquí, a mi lado.. esto no es lo mismo sin ti. Te estoy extrañando. He perdido tus pasos, tu teléfono no da tono y mi tono se apaga...

Amigo, vuelve, que esta chica egoísta comprendió que necesita compartir sus noches en vela con lo más efímero de tu ser: con tus palabras, tus miradas, tu respiración.. con todo aquello que se escapa hoy de mi alcance.

Recupera pronto la fuerza de tus pasos, la solidez en tus decisiones, acepta la belleza que hay en ti, que no es poca... regresa. Te quiero.

-Tatiiuru.

365 Días. Día 3.

Hoy, sin embargo... te extraño. Me odio amablemente, me escucho en silencio, vacilo y no sé... como he llegado aquí. 

Miramos atentamente el tintineo de las estrellas, y escuchamos absortos lo que nos decían las nubes, sin imaginar que hoy, tantas lluvias después, anhelaría ese silencio que nos envolvía. No hemos vuelvo a necesitarnos.

Y a pesar de los pesares... sin embargo... te extraño.

-Tatiiuru.

365 Días. Día 2.

18 años a su lado, y hoy parece esto va a cambiar. 

Las cosas no desaparecen, se transforman. Y todo esto va a transformarse en algo realmente distinto.

Pero este amor siempre va a estar en nosotros. Todo lo nuestro tiene algo más que un nombre y un apellido, tiene todo un camino hecho, un hogar construido sobre heridas. 

Sé que esto es más fuerte que cualquier tormenta, sé que es lo más bonito que voy a sentir nunca. No elegimos a nuestra familia, pero si algo tengo claro es que si tuviéramos que elegirla, sin duda elegiría esta...

Siempre, siempre... siempre juntos.

Gracias.

-Tatiiuru.

365 días. Día 1.

Sentimientos.

Desconcierto, incertidumbre... No sólo el tiempo agobia, el calor debería de haberse ido ya. 

Agobian las dudas, agobian las preguntas, agobian las respuestas y hasta agobian los sueños.

Si pudiera por un momento evadirme de todo... Pero hasta la soledad me grita.

Todo me hace bien, y todo me daña. El peligro me reclama, pero la cordura me agarra fuerte y me impide saltar.

De momento, voy a dedicarle un orgasmo al mundo, que me está matando el temblor de mis piernas al caminar con tanto desencanto.

-Tatiiuru.

Llevamos ya mas de un mes, yo tengo problemas... pero se hacen pequeños si estoy con ella.

Confiesa que no le van los rollos modernos, pero me advierte que no me crea que esto va en serio.

Siempre decimos ya nos veremos, pero volvemos luego a pedir el mismo plato y yo no me canso de repetir.

Yo soy un chaval y tú eres peligrosa, aquí lo normal es que pasen cosas....

Acabaremos mal, pero eres tan hermosa.. 

Rafa Pons. Que pasen cosas.

Tatiiuru.

"Y se hizo de día, y como suele pasar en estos casos al alba, eramos dos desconocidos."


Kutxi Romero.

-Tatiiuru.

Hoy he vuelto a sudar en los brazos de quien no me ama para sentirme deseada... Para enloquecer a otras mentes y desfigurar la imagen que quiere trasmitirme el amor.

Hoy he vuelto a ser independiente. Sé que ya compartía mi sonrisa con otro aliento antes de conocerle, pero hoy mi vida es un poco más incierta y mi alegría más exigente. 

Si no digo adiós todavía debe de ser que el miedo me atrapa.Siento ser egoísta, pero aprendí a ser feliz así, no hay trampa.

Ahora todo el derecho de dañar es tuyo, pero no esperes mucho.

-Tatiiuru.

Puedo ser muy ambigua.. lo sé.

Lo que ayer no me dejaba dormir hoy me anima a despertarme... 

De todos modos... me siento muy bien ahora, así.  

-Tatiiuru.

"..Después de pasar la noche en tu agujero, 
salgo del portal, y tó me importa un huevo,
empiezo a escuchar un avispero
y me vuelvo contigo y lo veo a colores,
mi lápiz entiende de sucios amores
y unas sábanas chorreando le da por pintar,
y de puertas pa'fuera se hará todo añicos,
pa' cuando te enteras ya soy tu abanico,
que me hice con varas del aire pa' no molestar...."

Grandes Marea.

-Tatiiuru.

Involucrarse... ese es el problema. Conocemos a alguien, nos acostamos con esa persona y nuestro cerebro automáticamente se involucra de algún modo con esa persona. A diario dudamos sobre lo que sucede y tememos equivocarnos. ¿Y si él no se ha involucrado? ¿Y si sólo se aprovecha de mi debilidad en el ámbito sexual? ¿Y si ahora mismo está en la cama de otra persona?. Hay dos tipos de personas, las que se plantean esas dudas y las que las originan. Bien, yo soy de las que se las plantea. 

Está el punto en el que todas esas preguntas pasan por mi cabeza, a continuación una lluvia de posibles respuestas vacilan en mi mente, diciéndome que no me preocupe, que no tengo que darle vueltas si sólo comparto sexo con esa persona. Otra parte me dice que no importa si esa persona se acuesta con otras, si de todos modos a mi no me debe nada... 

Y finalmente nos preguntamos ¿De verdad merece la pena pasar por esto?, que más da, conoceremos a alguien que también se involucrará, o quizás esa persona también esté involucrada en cierto modo, pero, ¿Como confiar en alguien a quien no conocemos?, más si hay algo que te dice que no confíes en él... Al final, esperamos ese compromiso hacia nosotros, esa comprensión ... 

Y como dijo Mario Benedetti: "Quien lo diría, los débiles de veras nunca se rinden."

-Tatiiuru.

Esto no ha pasado nunca. 

Solamente al tocar con mis dedos tu pelo, poco a poco tu rostro, tus labios.. acariciándote el pecho, derritiéndoseme el alma en la entrepierna, y estremeciéndome por segundos... De repente tu mirada se clavará en la mía, me agarrarás fuerte con tus manos y muy lenta y suavemente me besarás, se escapará el tic tac de mi reloj y se parará el tiempo, se perderá el compás de mis latidos, se olvidará el corazón del sentimiento, será sexo y pasión... Será bonito al escribirlo, sabiendo que realmente sólo hay sexo, dejando claro y aceptando a la vez que es eso lo que queremos, que es eso lo que nos hace sentir vivos. 

Se funden tu cuerpo y el mío, tus dedos desencadenarán un leve tintineo sobre mi, que acabará en el temblar de mis piernas, y después bailaremos entre sabanas, sudaremos con los ojos cerrados, perdidos en lujuria estarás dentro de mi, haciéndonos olvidar todo lo que al terminar será nuestra vida... Una vez fuera fumarás un cigarro, tomaré el café que me habrás preparado y... sonreiremos.. Una vez más habrá salido el sol mientras nos besamos, mientras hacemos el amor.

Pensaré a continuación en que es lo que realmente sientes al verme desnuda en tu cama... E intentaré posteriormente no plantearme esas dudas, que solo atacan a mi consciencia. De todos modos volverás a recordarme al despertar, que esto no ha pasado nunca. Seremos solo tu y yo dueños de nuestras cómplices miradas, la luna nos guardará el secreto de nuestros encuentros al anochecer. Sólo temo delatarnos al mundo con mi mirada  nuestras noches...

-Tatiiuru.

Es duro cuando las cosas parecen difíciles y sabes lo sencillo que sería solucionarlo, pero aún así, el miedo te impide tomar ciertas decisiones. Ahora mismo.. estoy perdida.

-Tatiiuru.

A la mierda :)

-tatiiuru.

A veces hay que ir más allá de un te quiero, si con los años se ha sobre valorado, entonces ahora busquemos algo que pueda reemplazarlo, pero, eso si, con hechos. El hecho es que en una sonrisa, vemos quien nos hace realmente grandes, el hecho es que a veces basta sólo con eso, una sonrisa... A mi me basta querer a base miradas, sonrisas, momentos, sentimientos que se ponen en boca ... Me basta que sonría esa persona a la que espero ver feliz, y si no, encargarme de que lo sea. 

Siempre a tu lado, primo :)

-Tatiiuru.

Empecemos esto poquito a poco... y con una foto, así solamente para presentarme.

Que se note que es idea de una noche larga en la que apetece tener la mente un poco lejos, en otras cosas, en cosas nuevas...

Iré llenando esto en breve, buenas noches.

Un besin.